Para hacer la tarea de esta semana se me ha venido a la
cabeza una canción de Triana que se hizo famosa el siglo pasado. Se llamaba Quiero contarte. [y como estamos en la unidad de relato
multimodal, me planteo aquí si incrustar directamente el vídeo de YouTube o
dejarlo simplemente como enlace ya que tampoco aporta tanto a lo que quiero
decir y solo algunos nostálgicos querrán escuchar la canción a la vez que leen
mis palabras].
¿Y qué es lo que quiero contarte hoy?
Cuando cierran herramientas |
Podría limitarme a reiterar mi clásica línea tecnoescéptica
apuntando la cantidad de herramientas para la creación de relatos digitales que
han ido pasando por nuestras pantallas en los últimos años y que han pasado a
mejor vida o han mutado en algo comercial convirtiéndose al final en algo muy
lejos del alcance de muchos docentes. Así os lo contaba hace unos meses:
"Es aquí donde se debe mencionar que no se pasa por alto el desencanto, por una parte, y las expectativas desmesuradas, por otra, que despierta el uso de las TAC en la enseñanza de L2. Aunque el profesorado es cada vez más consciente de la importancia de la utilización de las TAC para facilitar el aprendizaje, la vertiginosidad con la que estas aparecen, desaparecen o mutan, impide que una buena parte de los profesores consiga integrarlas de una forma fluida en su práctica docente. También se debe recordar que esta disciplina adolece de la presión de las ideologías, en este caso tecnológicas, que repercuten, por ejemplo, en el papel que adopta el profesorado en cuanto a las TAC o en las creencias generalizadas sobre la competencia digital de los más jóvenes". (Román-Mendoza2018, p. 17)
Cuando no entendemos qué dicen |
Pero para no extenderme mucho, prefiero resaltar hoy una
idea diferente muy relacionada también con la idea de narrar y disfrutar: el
proceso de enseñanza-aprendizaje es en sí un relato multimodal en el que
participan muchas personas desempeñando papeles que, sobre todo en el campo de
la L2, cada vez son más fluidos. Profes y alumnos cuentan historias. Alumnos y
profes interpretan historias.
Really? [hablando del
imperio del inglés].
¿Decodificamos las historias de nuestros alumnos de la misma
forma que ellos interpretan las nuestras? Pensemos en cómo y qué narramos desde un lado y otro del “conocimiento de la
L2” y empezaremos a ver algunas diferencias. Últimamente, y debido al bum de la
tecnología que nos permite incorporar diferentes modos a la comunicación, nos
hemos detenido más a observar por qué algunas personas (no todas necesariamente
siempre pertenecientes al grupo de los alumnos o los jóvenes) prefieren comunicarse más con imágenes y vídeos que con la palabra escrita. Pero en la comunicación
que se establece entre profes y alumnado, hay muchos otros factores que se
deben tener en cuenta. Yo, como profe, tengo el privilegio de negarme a usar una herramienta
determinada o encontrar formas de implementarla más creativamente si no me siento
cómoda con el esfuerzo que me supone aprender a usarla o si considero que no
responde a los objetivos pedagógicos que estoy intentando alcanzar. Pero ¿damos
al alumnado la misma libertad para elegir cómo expresarse y qué decirnos? ¿Nos
damos cuenta de que para muchos alumnos lo digital no es tampoco lo más natural
en sus vidas? ¿Somos conscientes de que por mucho buen ambiente que creemos en
nuestra clase siempre habrá una enorme diferencia entre hablar o escribir a una
audiencia porque ya sabemos algo y hablar o escribir a una audiencia porque
necesitamos demostrar que estamos aprendiendo algo?
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