29 de mayo de 2014

No hay maestro que no pueda ser discípulo

Hace tres semanas comenzó la VI Edición de los Encuentros Todoele, que este año ha adoptado el formato de mesa redonda en la que expertos en los temas seleccionados contestan las preguntas del moderador y de la audiencia. Se puede asistir a los encuentros en directo a través de Google Hangouts o acceder a las grabaciones en el Canal de Todoele.

Invitada por Carlos González Casares y Jesús Suárez-García, tuve la oportunidad de participar como panelista en las dos primeras mesas, dedicadas a "El futuro de los manuales de ELE" y "Profesores de ELE por el mundo: ¿cómo es trabajar y vivir en diferentes países enseñando español?", y cuyas grabaciones os dejo aquí.


Esta semana me toca, sin embargo, moderar el panel, que precisamente trata de uno de los temas que más me apasionan y en el que llevo trabajando más de veinte años: la integración de la tecnología en la clase de lenguas extranjeras. Como la sesión del 6 de junio también va a estar dedicada a la tecnología educativa, he quedado con su moderador, Sergio Reyes, en dividir los temas entre su sesión y la mía para que el contenido no se solape en exceso. Mañana, intentaré que mis cinco invitados, José Luis Cabello, Iker Erdocia, Ana Martínez LaraPilar Munday y Jorgelina Tallei, se centren en el profesor (sí, ya sé, el alumno es lo más importante, pero eso lo tratarán en la otra mesa) y en las circunstancias que rodean la decisión de usar la tecnología para el desempeño de su labor docente y para su desarrollo profesional. Les he propuesto estas preguntas pero seguro que a vosotros se os ocurren muchas más, así que no dudéis de mandármelas por aquí o en Twitter con el hashtag #encuentrostodoele.
  • ​​¿Qué necesita saber un profesor de ELE para que pueda considerarse que está al día sobre las nuevas tendencias en tecnologías educativas?
  • ¿Cómo puede demostrar un profesor que está al día sobre esas tendencias? 
  • ¿Qué se entiende por actitud 2.0? ¿Cómo se puede poner en funcionamiento en el currículum ELE? 
  • ¿Cómo se forma un profesor en materia de tecnología educativa? ¿Cómo os formáis vosotros? ¿Cómo decidís qué aprender, qué leer, en qué proyectos embarcaros? 
  • ¿Qué grandes logros y qué grandes fracasos habéis tenido en proyectos de TIC-ELE que hayáis puesto en marcha? 
  • ¿Cómo formáis a vuestros alumnos-profesores para que hagan un mejor uso de la tecnología? 
  • ¿Qué mitos existen en torno al uso de la tecnología para ELE?
  • ¿Qué presiones tienen los profesores por parte de los administradores de sus centros de trabajo y por parte de la sociedad para incluir la tecnología en sus clases de ELE? 
  • ¿Estamos siendo víctimas de una "tecnofilia" desmesurada? ¿No estamos gastando demasiado dinero y esfuerzo para conseguir resultados que se podrían obtener con otras herramientas o estrategias más asequibles y accesibles? ¿El avance tecnológico supone necesariamente un avance pedagógico? ¿Ha cambiado con el tiempo la razón fundamental por la que se usa la tecnología en la enseñanza y el aprendizaje de una lengua extranjera?
  • ¿Cómo garantiza el profesor que el uso de la tecnología ayuda a cerrar brechas entre los alumnos en lugar de abrirlas todavía más?

15 de mayo de 2014

Aprender de cero

Algunos profesores de español como segunda lengua o como lengua extranjera prefieren dar clases avanzadas porque se puede entrar en mayor profundidad en los temas y los alumnos acaban el curso con la impresión de que han aprendido algo, no solo la lengua. Pero estos cursos no están exentos de retos: la diferencia de nivel, el tipo de feedback que se le debe dar al alumnado, encontrar el grado óptimo de dificultad de los textos...

Los cursos para principiantes sin ningún conocimiento previo de la lengua tampoco están exentos de retos. Quizá algunos profesores los prefieren porque no hay que hacer tanta diferenciación en cuanto a las necesidades "lingüísticas" de cada alumno. Pero quien haya dado clases a este nivel sabe perfectamente que las diferencias en dicho contexto también empiezan a manifestarse rápidamente. Si a esto le sumamos la dificultad inherente a la enseñanza online, obtenemos un interesante desafío: el que voy a empezar la semana que viene con este curso completamente online de español para principiantes: