Edmodo no sólo permite el intercambio de mensajes cortos al estilo de Twitter (aunque, como algunos opinan, sería más adecuado decir “al estilo de Pownce”) sino que también pone al servicio de estudiantes y profesores la posibilidad de compartir enlaces y archivos, anotar un calendario, recibir alertas de forma automática y guardar cualquiera de estos datos (con etiquetas, si así se desea) en un “casillero” (locker), todo ello dentro de un grupo cerrado y organizado específicamente por el profesor para sus alumnos. De hecho, para acceder como estudiante a Edmodo, es necesario introducir previamente el código de un grupo que haya sido creado previamente. Por este motivo, es imposible averiguar qué se está haciendo en otros grupos, aunque el profesor siempre puede hacer pública aquella información de su grupo que considere de utilidad para otros internautas.
Edmodo es, sin duda, una herramienta con una gran versatilidad. Sin embargo, como señalan algunos profesores, que atribuyen el éxito de Twitter a su simplicidad, la multiplicidad de funcionalidades, basada en la combinación de elementos de Facebook, Twitter y Pownce, de Edmodo puede suponer un obstáculo para su integración en la enseñanza. Nos encontramos aquí una vez más con uno de los tantos dilemas de la integración de las TIC en el aula: ¿qué es preferible: implementar en la enseñanza sin modificación alguna los servicios de la web social, aprovechando así su popularidad en la vida cotidiana, o adaptarlos al contexto educativo de forma que se tengan en cuenta las necesidades específicas de sus usuarios?
Para obtener más información sobre Edmodo y sus usos reales en el campo educativo, se puede consultar los enlaces que incluye Warlick en su post, la wiki y el blog de Edmodo, y otros artículos, como los publicados en Teach42 o Reflection2.0.
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