20 de marzo de 2020

and when the semester comes to an end...

March 20, 2020
... we'll be able to answer YES to these questions:

“Did you make an effort to be in touch with your students regularly throughout the course?”

 “Did you try to make learning possible for your students during the challenges you both faced this semester?” 

 Adapted from Robin DeRosa

File with the PowerPoint presentation is available here. The webinar videorecording is available here.



14 de marzo de 2020

13 de marzo de 2020

Aprender en los tiempos del #Covid19

CC By @eromanme
A continuación se encuentra la traducción de un hilo en Twitter (click here to access it in English) que publiqué en inglés el 12 de marzo de 2020. Recoge algunas recomendaciones e iniciativas relacionadas con la transición al entorno online a causa del #covid19. Se puede seguir la discusión sobre este tema usando diferentes etiquetas: #educovid19, #COVIDsyllabus, #CovidCampus, #covid19edu, #teletrabajodocente.


    Es comprensible que muchos profesores que nunca han dado clase online (o lo han hecho en circunstancias normales y con apoyo) se sientan abrumados ante esta migración obligatoria pero necesaria a un entorno virtual de aprendizaje debido al #covid19.

    Las causas de su preocupación son, entre otras: 
  • La preparación del profesorado para dar clase en un entorno desconocido. 
  • La calidad de una enseñanza preparada ad hoc, es decir, cuando se tienen que crear materiales y actividades en solo unos días. 
  • La preparación digital de los estudiantes (su competencia, los dispositivos, el acceso a la tecnología) y sus destrezas o hábitos de estudio en cuanto al aprendizaje mediado por la tecnología. 
  • El impacto que esta migración va a tener en las encuestas de satisfacción estudiantil sobre la calidad de la enseñanza recibida durante este semestre. 
  • Las consecuencias que esta transición va a tener en el bienestar de los estudiantes, su nutrición, su expediente académico y su capacidad para ganarse la vida (por ejemplo, el alumnado que trabaja por horas en las instituciones de educación superior o los que lo hacen en puestos de trabajo fuera de su centro académico). 
Como muchos ya han indicado, preparar un curso online requiere tiempo, mucho ensayo y error, apoyo técnico y de diseño educativo, acceso a herramientas y plataformas de enseñanza online robustas, entre otras muchas cosas. Algunas instituciones están mejor preparadas que otras para ofrecer este apoyo a sus profesores. Pero todas van a encontrar dificultades cuando, por ejemplo, cientos de estudiantes intenten acceder al mismo tiempo a una herramienta colaborativa.

Accede al documento
En respuesta a esta situación, varios expertos en e-learning están compilando recursos que pueden ser de ayuda a aquellos que nunca han dado clase online. Utilízalos. Estos expertos también están ofreciendo su ayuda con las herramientas y con las estrategias de enseñanza online con las que están más familiarizados. No desaproveches la oportunidad de aprender de ellos y con ellos. Puedes encontrar algunos ejemplos en esta lista de recursos y expertos: https://tinyurl.com/wjkxfkk o en esta lista de etiquetas que puedes seguir en las redes sociales https://tinyurl.com/tbcc5ur-.

Algo que debemos recordar es que no puedes migrar al entorno online todos los contenidos de tu curso presencial. No te lo plantees. Decide qué componentes pueden ser adaptados. Piensa en los cambios que tienes que hacer en tu curso en cuanto a los contenidos, los criterios de evaluación, los requisitos de participación e interacción, el feedback individual y el grupal, etc.

Las plataformas de gestión del aprendizaje (LMS por sus siglas en inglés), como @blackboard @moodle @canvasLMS, @schoology, permiten crear un espacio centralizado en el que se pueden almacenar los contenidos del curso, interactuar con los alumnos, crear actividades colaborativas para el alumnado, monitorizar el acceso de los estudiantes a los materiales, proporcionar feedback, corregir y calificar el trabajo del estudiantado. Las instituciones que han adquirido estos LMS han invertido mucho dinero en ellos. Los profesores solo hemos usado estas plataformas de forma muy parcial. Quizá ha llegado la hora de explorar alguna funcionalidad nueva. Pero lo más importante en este momento es que encuentres una forma de crear una comunidad con tus estudiantes. Estos LMS no son la mejor herramienta para crear una comunidad de aprendizaje. Puede que no sea culpa de las plataformas exclusivamente. El hecho es que no estamos acostumbrados a aprender en comunidad. Pero esto es una cuestión diferente. Y, quién sabe, quizá el #covid19 nos ayude a replantearnos qué hacemos como profesores y cómo lo hacemos.

Por eso, te invito a encontrar una forma de contactar con tus estudiantes en grupo y de forma individual a través de las redes sociales o servicios de mensajería instantánea en grupos (@slackhq, @telegram, etc.). Nuestros estudiantes nos importan y tenemos que hacérselo saber.

Una de las ventajas de esta situación, y, la verdad, no hay muchas, es que ya conoces a tus estudiantes. Nos encontramos a mitad de curso y tus estudiantes ya saben cómo eres. Estarán mucho más dispuestos y preparados para hacerte preguntas y colaborar con sus compañeras y compañeros. Además, todos sabemos que se trata de una emergencia. Los estudiantes van a ser más tolerantes con los problemas técnicos y las incidencias que sucedan. Hazles ver a tus estudiantes que los respetas y ellos también te respetarán. Circulan muchos ejemplos por la red de mensajes que los profesores han enviado a sus alumnos para mostrarles que se preocupan por ellos, como este de @jessifer: https://twitter.com/Jessifer/status/1237849994033418244?s=20. Todos estamos afectados por esta situación y los estudiantes necesitan saber que somos conscientes de sus miedos y sus circunstancias, y que vamos a tenerlas en cuenta.

Mucha suerte a todas y todos. Navegamos juntos en el mismo barco.

9 de noviembre de 2019

Con un canto en los dientes

Van pasando los años. Nos lo recuerdan las canas, la pérdida de memoria, los hijos que se echan novia, los amigos que nos van dejando. También nos lo indican los aniversarios de los eventos que marcaron nuestra vida: veinte años de Columbine, veinticinco de la muerte de Kurt Cobain y ¡ya treinta! del día en que se cayó el Muro de Berlín.

Die Mauer.

A estas alturas ya sabéis todos que, en aquella época, yo vivía en una residencia de estudiantes de Berlín Este, que esa noche me la pasé durmiendo y que al día siguiente me saludaron en Checkpoint Charlie como si no supiera qué era Occidente y qué bondades esperaban al otro lado del Muro. Mi hijo hasta me toma el pelo sobre mi pasado “comunista” y sonríe, entre comprensivo y burlón, cuando me ve cara de querer contar alguna batallita de aquel entonces. La verdad es que cada año que pasa me parezco más a un disco que se ha rayado ¿ejem, disco rayado? en la canción de #cualquiertiempopasadofuemejor.

No, no fue mejor. Solo distinto. Pero quizá nos parezca peor el presente porque el paso del tiempo embellece los recuerdos que queremos mantener y destroza aquellos que no nos interesa tener en la memoria. El destino juega siempre con ventaja: nunca nos deja ver las cartas que esconde en la manga. Claro que ahora con las redes sociales resulta algo más fácil averiguar qué cartas tenía guardadas la vida para los amigos que se perdieron de vista por el camino. Hace cinco años ya os conté de mi profe que decidió quitarse la vida y de su amigo, con el que recuperé el contacto a raíz de este trágico suceso. Hoy me he empezado a acordarme de nombres y países, de caras e ilusiones, de apodos y conversaciones: Inés, Hilario, Rolando, Scott, el Oso, Miguel, Peter, Ralph, la Rusa, Torsten, Armando, Linda, Pancho...

No sé dónde estarán ahora. Pero sí dónde estuvimos el 9 de noviembre de 1989.

10 de marzo de 2019