10 de octubre de 2014

MOOC: Un pasito para delante y alguno más para atrás

Ayer Santiago Higuera, conocedor de mi publicación Los medios sociales en los cursos online abiertos y masivos (MOOC): un camino hacia la innovación a través de la disrupción y la colaboración, me recomendaba un artículo que había salido en El País titulado ¿Qué fue de la revolución MOOC? y, a raíz de su lectura, recordé este correo electrónico que le envié a finales de febrero de este año a una persona que estaba preparando un breve reportaje sobre los MOOC en el ámbito empresarial para un conocido periódico español. Como el artículo nunca llegó a publicarse, me ha parecido adecuado ponerlo aquí por si a alguien le pudiera interesar.
Estimada XXX:
XXX me ha hecho llegar su correo electrónico en el que solicita información sobre el uso de los MOOC en el mundo empresarial. No sé si querrá mencionar algo del mundo corporativo en los Estados Unidos pero, por si acaso, aquí le envío algunas ideas y fuentes utilizadas donde seguir investigando. 
En primer lugar, quiero señalar que parece que la explosión de los MOOC y el consiguiente entusiasmo hacia las posibilidades que estos presentan para cambiar radicalmente el mundo de la formación, sobre todo a nivel universitario, se ha calmado bastante en los últimos meses. Me imagino que está al tanto de las críticas más frecuentes que estos han recibido, así que no me voy a extender en ese punto. 
Sin embargo, como todo avance en el proceso de implementación de la tecnología a la formación, los MOOCs han tenido un impacto digno de tener en cuenta. Una de las consecuencias más significativas es, en mi opinión, que han llevado a la educación a distancia y el e-learning al discurso público, haciendo que muchos actantes importantes en la educación reglada, que en el pasado habían despreciado hasta cierto punto la formación a distancia, hayan comenzado a considerar la enseñanza online como una forma de formación tan digna como la enseñanza tradicional. 
En el mundo empresarial de EE.UU., sin embargo, la formación a distancia ya ocupaba un puesto relevante dentro de las estrategias de capacitación utilizadas por las grandes multinacionales o empresas con un gran número de empleados localizados en diversos puntos de Estados Unidos. Por lo tanto, algunos de los elementos que caracterizan a los MOOC no son algo desconocido para estas, como, por ejemplo, la utilización de vídeos y ejercicios de múltiple elección para verificar que ha sido comprendido el material, la limitación del contenido a temas específicos, la duración de 5-10 semanas, o el establecimiento de cohortes de participantes para promover la interacción y la creación de comunidades de aprendizaje. 
Los MOOC, no obstante, abren también nuevas posibilidades de formación para el mundo empresarial. Estos son algunos de los usos que señala el artículo de Herring: 
1) Recomendar, motivar o incluso obligar a sus empleados a cursar un determinado MOOC desarrollado por otra entidad para que enmienden lagunas en su formación o adquieran nuevas destrezas necesarias para su puesto de trabajo o ascenso laboral. De esta forma se ahorra en costes de producción y se tiene acceso a planteamientos diferentes a los utilizados en la empresa. Por supuesto, esto significa perder cierto control sobre el contenido de lo que aprenden los empleados. 
2) Las empresas pueden desarrollar sus propios MOOC para sus empleados y clientes. Herring cita el caso de la empresa MongoDB y su oferta de cursos gratuitos. https://www.mongodb.com/products/training#online 
3) Identificar a personas fuera de la empresa en cuestión que tengan las destrezas que están buscando. Según Herring algunas empresas están colaborando en el desarrollo de MOOC en áreas en las que necesitan empleados. De esa manera pueden identificar a posibles “talentos” y entrenarlos en el área específica en la que no tienen personal suficiente. 
4) Utilizar los MOOC para enfrentarse a diversos retos que tienen las empresas en un mundo cada vez más global: informar a todas las partes sobre las características de un nuevo producto o estrategia, homogenizar la formación y estrechar las conexiones dentro de los empleados de la empresa. 
Sin embargo, la adopción de estas estrategias no está exenta de retos. Dado que una de las peculiaridades –y, para muchos, de sus ventajas– de los MOOC es que sean abiertos, es lógico que muchas empresas puedan tener cierta desconfianza a que sus empleados puedan estar interactuando en el MOOC, consciente o inconscientemente, con empleados de la competencia, o a que estén actuando más bien de formadores de aquellos participantes en el MOOC que saben menos que ellos. En relación a esto, otra de las mayores ventajas de los MOOC, el intercambio de conocimiento y la creación de comunidades de aprendizaje que se mantengan más allá de los límites temporales del curso puede resultar problemática. Por otra parte, el potencial de un MOOC no puede desarrollarse al máximo si de antemano no existe una fuerte cultura de la colaboración en la empresa que desarrolle o incentive a sus empleados a cursar un MOOC. 
A pesar de todo ello, según Bersin y Mallon, los MOOC pueden ser una excelente herramienta para que los empleados interactúen entre sí, se integren mejor en la cultura de la empresa y se comprometan más con los objetivos de esta. 
Fuentes: 
Bersin, J. (2013). MOOCs, LMS, and Learning Technology for 2013 and Beyond - What's Happening? https://www.bersin.com/blog/post.aspx?id=f1c2c20e-5afe-44bf-b9ee-216298ff0e60 
Essex, D. (2013). Massive open online courses emerge as corporate training option. http://searchfinancialapplications.techtarget.com/news/2240207116/Massive-open-online-courses-emerge-as-corporate-training-option 
Herring, S. (2013). How are Companies using MOOCs Today? http://intrepidlearning.com/blog/how-companies-using-moocs-today/


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